Tuvo que salir dos veces del estado, recorrer carreteras heladas y sortear una cantidad de leyes estatales para conseguir pastillas para abortar el año pasado.

Para las mujeres como esta joven de 32 años de Dakota del Sur que desean abortar, estas odiseas, junto con el envío de píldoras por el correo, serán más importantes si la Corte Suprema anula el derecho a interrumpir el embarazo y deja esa decisión en manos de los estados, como plantea una opinión preliminar de los jueces.

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