Holanda confirmó el domingo 13 casos de la nueva variante omicron del coronavirus y Australia encontró dos, los países más recientes en detectarla en viajeros que llegan desde el sur de África.

Naciones de todo el mundo están imponiendo restricciones para frenar la propagación de la variante. Israel decidió el domingo prohibir la entrada a ciudadanos extranjeros, la medida más radical hasta ahora.

Ya han surgido casos confirmados o sospechosos de la nueva variante en varios países europeos, en Israel y en Hong Kong, pocos días después de que fuera identificada por investigadores en Sudáfrica. El enfoque de “actuar primero, preguntar después” reflejó una alarma creciente sobre la aparición de una variante potencialmente más contagiosa casi dos años después del estallido de la pandemia de COVID-19 que ha matado a más de 5 millones de personas, trastornado vidas y economías en todo el mundo.

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